Trump en el Castillo de Windsor: ¡una visita de Estado con estilo francés!

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Donald Trump visita el Reino Unido el 17 de septiembre de 2025, acompañado de un lujoso banquete de estado en el Castillo de Windsor.

Donald Trump besucht am 17. September 2025 das Vereinigte Königreich, begleitet von einem prächtigen Staatsbankett im Schloss Windsor.
Donald Trump visita el Reino Unido el 17 de septiembre de 2025, acompañado de un lujoso banquete de estado en el Castillo de Windsor.

Trump en el Castillo de Windsor: ¡una visita de Estado con estilo francés!

En un día dorado de septiembre, el 17 de septiembre de 2025, Donald Trump y su esposa Melania aterrizaron en el Reino Unido para una histórica visita de Estado. Esta no fue simplemente una reunión normal entre el Presidente de los Estados Unidos y la Familia Real Británica; Trump fue el primer presidente estadounidense invitado a una segunda visita de Estado a Gran Bretaña. Esta invitación fue recibida personalmente por el rey Carlos III. firmado y presentado por el Primer Ministro Keir Starmer en la Oficina Oval. Trump quedó muy satisfecho con la invitación y la aceptó inmediatamente, lo que debería fortalecer aún más la "relación especial" entre las dos naciones, como informa tagesschau.de.

La recepción en el Castillo de Windsor, que estuvo decorada con una impresionante procesión militar de 1.300 soldados y 120 caballos, se convirtió en un evento pomposo. El rey Carlos III y el gobierno británico tenían mucho que hacer para fortalecer los lazos con Estados Unidos, especialmente en un momento en que las políticas de “Estados Unidos primero” de Trump están creando presiones tanto económicas como de seguridad. El presidente también recibió una recepción de Estado con alrededor de 160 invitados, entre ellos la familia real y destacados empresarios.

Un banquete opulento

El banquete, que puso fin a la velada, estuvo acompañado de un exquisito menú de inspiración francesa. El menú incluía delicias como la panna cotta de berros y huevos de codorniz, la ballottine de pollo criado en libertad y la bombe glacée cardinal. También se sirvieron bebidas excepcionales, incluido un coñac de 1912 y el especial “Transatlantic Whiskey Sour”. Como describe huffingtonpost.fr, la decoración de la mesa era tan opulenta como el menú: más de 1.462 piezas de plata. La mesa estaba decorada con cubiertos y el acompañamiento musical incluía canciones de la campaña electoral de Trump y piezas de ópera clásica.

Protestas y tensiones diplomáticas

Pero no todos estaban entusiasmados con la visita de Trump. Afuera del castillo, a unos 40 kilómetros de Windsor, unas 5.000 personas protestaron contra la visita de Estado. El gobierno británico es consciente de estas protestas y organizó deliberadamente la visita fuera de Londres para minimizar los puntos de contacto con el público británico y evitar tensiones innecesarias. A pesar de toda la alegría por la pompa y el carisma de la velada, el nerviosismo por el comportamiento errático de Trump sigue siendo palpable en el gobierno británico y en palacio. apnews.com informa que incluso el diálogo entre Trump y el primer ministro Starmer estuvo dominado por temas como la economía, la inteligencia artificial y los desafíos geopolíticos.

A lo largo de la velada, Trump elogió la relación "invaluable y eterna" entre Estados Unidos y el Reino Unido e hizo comentarios notables sobre la evolución año tras año en Estados Unidos. El rey Carlos III también destacó la cooperación entre las dos naciones y recordó los altibajos históricos que han soportado juntos, al tiempo que abordó los desafíos actuales que plantea Rusia.

En resumen, esta visita de Estado no es sólo una señal de la estrecha conexión entre Estados Unidos y Gran Bretaña, sino que también ilustra claramente la caída de la aprobación pública de la presidencia de Trump en su país de origen. A pesar de su estilo distintivo pero a menudo controvertido, la disputa geopolítica entre las dos naciones sigue siendo actual y relevante.

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