El padre se opone a la escolarización obligatoria: ¡Lucas prefiere estudiar en casa!
Un padre en Dresde lucha contra la escolarización obligatoria, mientras que su hijo utiliza la educación en casa como solución alternativa.

El padre se opone a la escolarización obligatoria: ¡Lucas prefiere estudiar en casa!
En un bloque de apartamentos de Dresde, donde las paredes cuentan las historias de muchas familias, Lucas, de 16 años, vive con su padre soltero, Martin Heinrich. Lucas dejó la escuela en diciembre de 2023 y desde entonces continúa su educación en casa. Su padre, que considera obsoleta la escolarización obligatoria en Alemania, lucha contra obstáculos burocráticos para apoyar a su hijo en un entorno de aprendizaje alternativo. El caso ha conmovido a la sociedad local y plantea importantes cuestiones sobre la escolarización obligatoria.
"No quiero que mi hijo vaya allí", así describe Martin Heinrich su preocupación por la educación de su hijo. Desde que Lucas tuvo dificultades para leer y escribir en la escuela primaria, su relación con la institución escolar se ha deteriorado. Este problema no fue suficientemente reconocido y promovido en la escuela secundaria. Para Martin está claro que el sistema educativo alemán no es la respuesta adecuada a las necesidades de su hijo. Se ve a sí mismo y a Lucas como víctimas de un “sistema roto”, y esto recuerda los debates generales sobre la escolarización obligatoria que existen desde hace muchos años en Alemania. Deutschlandfunk informa que en Alemania los niños a partir de seis años deben ir a la escuela durante al menos nueve años, lo que en algunos estados federados incluye incluso diez años.
Un padre lucha contra el sistema
A Martin Heinrich no sólo le preocupa el entorno educativo de su hijo, sino también las consecuencias legales. Después de recibir varias multas por violar la ley escolar sajona, tuvo que enfrentarse ante el tribunal de distrito de Dresde a una multa de 500 euros, que no aceptó. La ley escolar sajona estipula que las escuelas tienen un mandato educativo y que todos los niños deben recibir una educación básica. Aquí se toma en serio la escolarización obligatoria, tal como establece la Ley de Escuelas de Sajonia.
Si los padres se niegan a enviar a sus hijos a la escuela, corren el riesgo no sólo de recibir multas sino también de perder la custodia si el bienestar del niño está en riesgo. En un sistema en el que en Alemania unos ocho millones de estudiantes van a la escuela y en el que se denuncian repetidamente casos de rechazo escolar, Martin Heinrich se ve en una situación especialmente difícil. Las cifras lo demuestran: según las estimaciones, entre 500 y 1.000 niños faltan a clase.
Caminos educativos alternativos
Mientras que muchos padres todavía confían en el sistema escolar tradicional, Martin Heinrich está considerando conceptos de aprendizaje alternativos. Lucas ahora ha encontrado sus propias formas de aprender. Aborda diversos temas de forma autodidacta y utiliza aplicaciones de aprendizaje como “Duolingo” y “Mathegym”. De vez en cuando recibe el apoyo de un profesor de secundaria que le enseña de forma privada. Sus actividades de ocio también demuestran lo diverso que es su aprendizaje: ciclismo, hornear pan y kárate. Estos enfoques creativos representan un aspecto positivo para su padre, especialmente teniendo en cuenta las experiencias positivas durante la pandemia de Corona y la educación en el hogar.
La escuela no fue la elección correcta para Lucas. Sin embargo, sus deseos son claros: quiere estudiar psicología, pero sabe que necesita un título de secundaria. La pregunta aquí es cómo estos estudiantes pueden lograr sus objetivos educativos sin pasar por el sistema escolar tradicional. Muchos padres cuestionan este problema, especialmente después de la crisis del coronavirus.
Martin Heinrich tiene previsto acudir al Tribunal Constitucional Federal para defenderse de la escolarización obligatoria y crear mejores condiciones para métodos de aprendizaje alternativos. El debate sobre la escolarización obligatoria no es nuevo y muchos críticos argumentan que restringe la libertad educativa y no aborda suficientemente las necesidades individuales de los niños. Queda por ver cómo manejarán este caso las autoridades y si cambiarán las actitudes hacia enfoques alternativos de la educación.