Turistas rusos en Sajonia: una disminución con sombras oscuras

Turistas rusos en Sajonia: una disminución con sombras oscuras

En Dresde, la vida de muchos ciudadanos rusos y sus descendientes ya no es tan despreocupada como antes del 24 de febrero de 2022, día en que comenzó la guerra de agresión rusa contra Ucrania. La vendedora Elena H. describe cómo ha cambiado el humor en su entorno. Su hija, que antes era despreocupada, ahora le aconseja que deje de hablar ruso en el supermercado por miedo a reacciones negativas. Los miedos y las inseguridades que han aumentado desde el inicio de la guerra se mencionan repetidamente en las conversaciones. La cantante de ópera Anna Netrebko, a quien ya no se le permitió actuar en varias ciudades, también simboliza esta preocupación que se cierne como una sombra sobre la comunidad. Jörg Eichler, del Consejo Sajón para los Refugiados, señala que hay poco intercambio con la comunidad de origen ruso, lo que a su vez habla de un "estado de ánimo difuso".

Aunque no hay ataques violentos directos, Elena H. y su colega Stefanie L. denuncian acoso en el supermercado. “Una vez un cliente me insultó”, recuerda Stefanie. También hubo comentarios negativos sobre su lugar de trabajo en las redes sociales. Las circunstancias han obligado al supermercado a cambiar su oferta: en lugar de especialidades rusas, ahora hay más productos de Europa del Este. Los problemas de importación de productos rusos como las muñecas matryoshka, que ahora sólo están disponibles en China, agravan los desafíos para los operadores.

Raíces y tensiones comunes

En estos tiempos difíciles surgen ocasionalmente desacuerdos, especialmente en el contacto con los clientes ucranianos. Sin embargo, es importante para todos los involucrados que la política no se coloque en el centro de las discusiones. El sacerdote Roman Bannack, de la Iglesia Ortodoxa Rusa de Dresde, destaca que su congregación, mitad rusa y mitad ucraniana, se centra en cuestiones espirituales. "Queremos construir puentes en lugar de muros", afirma.

Pero la huella de la cultura rusa no sólo se nota en la vida cotidiana; También hay una caída dramática de visitantes rusos en el sector turístico. En 2019, Sajonia registró 90.000 pernoctaciones de turistas rusos, pero en 2022 fueron menos de 8.500. Veronika Hiebl, directora general de Tourismus Marketing Gesellschaft Sachsen, informa de una nueva caída del 10,9 por ciento en 2025. Las compras, así como la cultura y la música, alguna vez fueron atracciones importantes para los huéspedes rusos, que a menudo se alojaban en hoteles de lujo. El turismo médico también jugó un papel importante en el sector turístico sajón.

Antecedentes demográficos

La comunidad rusa en Alemania es diversa. Aquí viven alrededor de cuatro millones de personas de la antigua Unión Soviética o de sus estados sucesores, el grupo más numeroso son los repatriados ruso-alemanes. Además de estos, también hay una cuota de refugiados judíos que llegaron a Alemania, especialmente en los años 1990, para escapar de la persecución y la discriminación. Muchos de estos inmigrantes, como Eugen y Tatjana Rihovski, que llegaron a Alemania con sus familias en la década de 1990, ahora se sienten alemanes, pero aún mantienen sus raíces rusas.

La guerra provocó un auge en el número de personas que entraban y salían de Alemania. En 2022 había más de dos millones de inmigrantes, la mayoría de ellos procedentes de Ucrania. Este cambio tiene un impacto en la sociedad en su conjunto y la integración de las comunidades es más importante que nunca. Sin embargo, aún está por verse cuánto tiempo seguirán las comunidades sufriendo estas tensiones.

La situación actual muestra una vez más cuán complejas son las cuestiones de la migración y la integración y cuán estrechamente relacionadas están con la situación política. Mientras continúe la guerra, el turismo no podrá volver a la antigua normalidad, como deja claro Veronika Hiebl.