Revelaciones impactantes: el oscuro legado de las casas de la RDA en Dresde
El artículo arroja luz sobre el terrible trato que reciben las mujeres en la RDA, especialmente en los hogares y clínicas infantiles, y aborda la adaptación a esta oscura historia.

Revelaciones impactantes: el oscuro legado de las casas de la RDA en Dresde
La semana pasada, la clínica municipal de Dresde hizo un llamamiento urgente a las mujeres afectadas en los tiempos oscuros de la RDA. El objetivo es afrontar las experiencias traumáticas que muchas mujeres han sufrido en los llamados “castillos de gonorrea”. Las historias de supervivientes como Jana Mendes-Bogas, que una vez escapó de un hogar infantil en la RDA, arrojan luz sobre la magnitud de los abusos que tuvieron lugar bajo el régimen. MDR informa que Desde su experiencia personal, Jana dice que muchas mujeres que terminaron en estas instalaciones tuvieron que soportar horribles exámenes ginecológicos, a menudo sin ningún motivo médico.
Como describe Christine Wöldike, empleada del hospital Friedrichstadt desde hace mucho tiempo, muchos de ellos se encontraban en condiciones lamentables. Las mujeres clasificadas como “antisociales” no sólo eran oprimidas en estos hogares, sino que también eran utilizadas como servicios de limpieza, y muchas de ellas se prostituían. Las decisiones de la oficina de bienestar juvenil eran globales y a menudo se ignoraba en gran medida la influencia de los padres.
La vida en los hogares infantiles de la RDA
Para comprender correctamente el panorama de esta época, es importante observar los diferentes tipos de hogares para niños en la RDA. Además de los hogares para niños huérfanos, también había hogares permanentes para niños pequeños y hogares especiales para jóvenes a quienes se consideraba difíciles de educar. Los clics de tiempo describen que en los años 1960 aumentó el número de plazas en hogares permanentes, de los que muchos niños nunca fueron liberados. La vida en estas instituciones estaba regulada y muchas veces no se tenían en cuenta las necesidades individuales de los niños. Más bien, el objetivo era educar a los jóvenes para que se convirtieran en “personalidades socialistas”, lo que en muchos casos tuvo consecuencias traumáticas.
Kerstin Gueffroy, otra testigo contemporánea, describió de manera impresionante en su libro “El infierno de Torgau” lo que tuvieron que pasar los niños y jóvenes en estos hogares. Sus experiencias son a veces tan perturbadoras que sufre no sólo el abuso físico, sino también el aislamiento emocional y las estrictas medidas disciplinarias. Los métodos educativos utilizados aquí eran a menudo crueles y degradantes. Lo más destacado de Deutschlandfunk que estos hogares especiales, especialmente en la década de 1980, estaban cada vez más bajo la influencia de la Stasi, que recopilaba información sobre los niños en el hogar y a menudo se asociaba con prácticas invasivas.
El procesamiento actual
Ante esta historia difícil y a menudo secreta, la clínica municipal de Dresde hace un llamamiento urgente a las mujeres para que se presenten y puedan afrontar juntas lo sucedido. Jana Mendes-Bogas subraya lo importante que es aceptar el propio pasado y comprender que, a pesar de todas las atrocidades vividas, no hay que darse por vencido.
Redescubrir esta historia es esencial no sólo para los afectados, sino también para la sociedad en su conjunto. Las historias de los supervivientes son un poderoso recordatorio de que no debemos olvidar los capítulos oscuros de nuestro pasado y que representan una valiosa lección para el futuro.